EL TURISMO GASTRONÓMICO COMO MOTOR DE DESARROLLO RURAL
La Organización Mundial del Turismo -OMT- y su miembro afiliado, el Basque Culinary Center (BCC) destacan el papel del turismo gastronómico como motor de desarrollo rural y generador de oportunidades.
En la sexta edición del Foro Mundial de la OMT sobre Turismo Gastronómico donde se han reunido algunos de los más importantes cocineros del mundo, restauradores y líderes locales y regionales, se presentó el informe desarrollado por la OMT y el Basque Culinary Center en el que proponen un conjunto de herramientas prácticas para apoyar el desarrollo del turismo gastronómico al nivel de los destinos.
El Foro ha estado centrado en la capacidad única del sector para apoyar a las empresas rurales, crear empleo, proteger y promover la cultura y el patrimonio de las regiones o destinos.
El turismo gastronómico ofrece una oportunidad única de promover el crecimiento económico de las comunidades rurales. Constituye una forma de implicar a los diversos agentes de la cadena de valor de la gastronomía, y promover el desarrollo económico y social del campo a la mesa, manifestó, Joxe Mari Aizega, director general del Basque Culinary Center.
De igual forma, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, sostuvo que el turismo gastronómico aporta vitalidad a las comunidades rurales, apoya a los pequeños productores locales de alimentos y refuerza su posición en el mercado, contribuyendo a añadir valor a la experiencia turística y promoviendo al mismo tiempo la conservación y el desarrollo de los productos y conocimientos locales.
Para garantizar que el turismo gastronómico pueda crecer como motor de desarrollo rural, los participantes reconocieron la necesidad de reforzar la coordinación entre las políticas de turismo, agricultura y desarrollo rural a nivel global, nacional y local.
El Foro también se centró en buscar las mejores formas de diseñar estrategias y prácticas de turismo gastronómico que garanticen el uso sostenible de los recursos y la promoción de los productos y conocimientos locales, así como el consumo responsable.
Y es precisamente lo que se viene dando en el Perú, que ha sido reconocido y galardonado a nivel mundial por su gastronomía, como expresión de pluralidad cultural e identidad culinaria, posicionando al Perú como uno de los destinos más atractivos, lo que impulsa cada vez más el turismo gastronómico, siendo motor de crecimiento económico.
No cabe duda, que el turismo gastronómico añade valor a los destinos, con experiencias únicas, que llevan parte de lo ancestral, promoviendo la cultura e historia regional.